Mientras el laicismo radical imperante lucha por enfrentar a las religiones esperando que a la larga se imponga el ateísmo, el Estado debería adoptar una actitud neutral colaborando con todas las religiones sin necesidad de decantarse por ninguna

Sr. Director:

Una ola de falsa tolerancia ha regado de tinta, hace nada, los medios de comunicación españoles por la cruz en algún colegio. ¿Qué ha de hacer el Estado? El Estado ha de ser "neutral" ante las distintas religiones, pero sin pretender "neutralizar" los sentimientos religiosos de los ciudadanos. De hecho el artículo 16.3 de nuestra constitución dice que "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Por tanto el Estado, sin hacer suya ninguna religión particular, ha de tener la actitud de cooperación con todas, no la de marginarlas.

Por eso, si en el colegio Macías Picavea una mayoría de padres quieren mantener los crucifijos, lo lógico es que el Estado les respete, pues empeñarse en retirarlos podría provocar el sentimiento de que el Estado está más cercano a las posturas laicistas que a otras.

Por otro lado conviene recordar que un colegio público es de todos, también de los que tienen creencias religiosas. Y sin olvidar que la cruz, lejos de infringir ninguna agresión, representa el origen de valores muy positivos como la tolerancia, la estima por la persona, la afirmación de los derechos de todos, la solidaridad y el rechazo de la discriminación, valores característicos de nuestra civilización.

Laureano Trillo

laureanotrillo@gmail.com