No se aprobó el mecanismo por el que la Comisión realizaba una supervisión previa de los presupuestos. Pero eso no quiere decir que no se vaya a hacer. No se hará de manera genérica, pero sí en aquellos estados que presentan más problemas. Y desde luego, España está entre ellos.
La Comisión, el BCE y el FMI tienen inspectores y supervisores permanentes en Grecia para estudiar la evolución de sus cuentas. El margen de maniobra de Papandreu es nulo. Pues bien, en España está ocurriendo algo similar. Zapatero anuncia que no meterá la tijera, pero la UE le fuerza a rebajar un 0,5% el gasto para este año y el FMI reclama medidas adicionales. Al final, no sólo habremos perdido la soberanía monetaria sino también la presupuestaria. Exactamente igual que les ha ocurrido a los griegos.
Andrés Velázquez
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