La petrolera estatal italiana ENI ya está comprando acciones de Repsol. Fuentes de la petrolera italiana no han querido confirmar ni desmentir a Hispanidad la noticia aunque intermediarios financieros ligados a ENI aseguran que no se pretende controlar a Repsol ni aliarse con Luis del Rivero sino asegurar el suministro. La verdad es que asegurar el suministro con una participación minoritaria no parece un argumento muy válido.
Pretende con ello adelantarse a la francesa Total, también controlada por el Gobierno francés, que mira a Repsol con ojos ávidos. El presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, lo ha dejado claro durante la presentación de resultados 2010, que tuvo lugar en Madrid en la mañana del jueves 24: Si alguien quiere meterle mano a Repsol le costará 40.000 millones de euros. Brufau quiere estar en la primera división de las petroleras mundiales pero tiene al enemigo dentro: a Sacyr, propietario del 20% del capital.
El plan de Luis del Rivero es sencillo: no quiere controlar Repsol, sólo ser su presidente. Para eso precisa mantener el 20% y conseguir que otro socio, al que le cedería la consejería delegada, compre una participación similar a la de Criteria: 15%. Como ya adelantó Hispanidad lo intentó con los indios de Essar o con quien se preste. Ahora bien, el plan más permanente de Del Rivero consiste en pactar con la italiana ENEL, y Luis del Rivero quiere jugar con ENI el mismo papel de topo jugado por José Manuel Entrecanales con los italianos de ENEL. El muñidor del asalto gubernamental trasalpino a Endesa fue Borja Prado, hoy presidente de la eléctrica. Es el mismo que está utilizando Del Rivero para el asalto a la Presidencia de Repsol.
La verdad es que con menos de 15.000 millones de euros se consigue el 51% de una compañía cuyos buenos resultados y su bajísimo endeudamiento y sus exitosas perforaciones le hacen más atractiva. En cualquier caso, la clave pasa también por Caixa-Criteria, e Isidro Fainé ya declaró a Hispanidad que no pensaba vender Repsol, al menos en todo 2011. Eso sí, hay un problema: en noviembre vencen los créditos que Sacyr obtuvo de la banca para comprar el 20% de la petrolera. Con intereses, el coste de la deuda rozaría los 8.000 millones de euros.
Eulogio López
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