A los analistas les remiten a Roma. Andrea Brentan comienza a enseñar los dientes mientras los trabajadores hablan de Borja Padrone
Poseer el 92% de Endesa y haber asumido una deuda sin precedentes permite a la italiana pública ENEL intentar sacar el mayor rendimiento a su inversión, que le ha producido una deuda fuera de control.... a cualquier precio.
De entrada, los italianos han olvidado las buenas formas que prometieron: Rafael Miranda, patada hacia arriba se quedó en la Fundación Endesa, mientras se prepara el descabezamiento del equipo ejecutivo: cuatro años de indemnización y a la calle.
Endesa es ahora una empresa italiana y Andrea Brentan, máximo responsable ejecutivo, no está dispuesto a mostrar semblante risueño. Sus modos no se caracterizan por la finezza. Respecto al presidente, Borja Prado, el español más relacionado con Italia, presidente del todopoderoso banco de inversión Mediobanca, institución fundamental en el entramado político y económico, -que es uno, no son dos- ha pasado a ser Borja Padrone para los empleados de la eléctrica. No conviene equivocarse con Prado Eulate. En muchas crónicas se resalta su nombramiento como hombre próximo a la Moncloa. Lo es, ciertamente, pero no a través de su padre, Manuel Prado y Colón de Carvajal, que fue a prisión porque se consideró probado que recibió 60 millones de euros de Javier de la Rosa, aunque el financiero catalán siempre defendió que el destinatario no era él, sino El Rey de España, de quien Manolo Prado siempre fue considerado un administrador. No, Borja Prado mantiene unas relaciones distantes con su padre y muy distantes con SM Juan Carlos I. Otra cosa es su amistad con el heredero al trono, que sí es reseñable.
En pocas palabras, ante el nuevo estado de cosas, los directivos y técnicos de Endesa que pueden irse se van.
Por otra parte, el eje corporativo se ha traslado de Madrid a Roma. Tanto es así, que, cuando los analistas preguntan, se les remite a la central de ENEL.
Lo dicho: se acabó Endesa.