Conviene recordar ese nombre, porque es el ejecutivo que ha logrado que el gigante sueco Ericsson vuelva a los números negros tras una crisis que le situó al borde de la desaparición. Henry es el empresario de moda en Suecia. Creador de Securitas, se hizo luego con una mediana empresa de cerrajería, Assa, que acabaría absorbiendo a la norteamericana Abbloy. Hoy es la primera firma cerrajera del mundo... como quien dice.

Pero ha sido su éxito en Ericsson lo que ha atraído la atención de Telefónica. Otra curiosidad: Henry entró en Ericsson tras anunciar que compraba un paquete de la firma y recordar a todos que "nunca había perdido dinero con una inversión en bolsa". Su confianza en la recuperación del fabricante de equipos de telecomunicaciones ha arrastrado a otros inversores.