Sr. Director:
La Semana Santa ya está aquí y con ella la huida hacia los destinos de descanso. Pero se olvida lo esencial si se hace caso omiso de la llamada que Dios hace en estos días, al cambio de vida que necesitamos para no andar agobiados en la mente y el espíritu. En eso consiste la espiritualidad de esta Semana: Dios se hace ciudadano terrestre para acompañar a cada hombre a la liberación del pecado que le hace perder la paz interior y lo empuja a un frenesí exterior. Acercarse a
la Confesión sacramental puede ser una buena manera de iniciar el camino abandonado de la fe que da mucho más a cambio de lo que a primera vista parece.
Cristina Téllez
ctellez88@gmail.com