Es una vieja idea, concretamente del capitalismo financiero más duro, de los cenáculos que frecuentan y lideran gente como Henry Kissinger o los Rockefeller: Establecer un impuesto mundial con el que financiar a la ONU. No porque les interese especialmente el quehacer de Naciones Unidas, salvo en su papel de imperialismo demográfico. No. Lo que realmente interesa es avanzar en el gran proyecto del capitalismo financiero internacional, que no es otro que el de crear un Gobierno Mundial.

 

Sin embargo, eso no lo deben saber en el PSOE, porque en el partido gobernante se estudia apuntarse a la idea (no ejecutarla, dado que no tienen poder para ello) de ese impuesto, que, además, podría sustituir al famoso 0,7% del PNB para ayuda al desarrollo.