Película de personajes (como casi todas las de Isabel Coixet), en Elegy la directora catalana indaga alrededor del amor-pasión.

David Kepesh (Ben Kingsley) es un carismático profesor que ha huido del compromiso toda su vida. Ha dejado atrás un fallido matrimonio (y un hijo marcado por ese fracaso) y ha vivido multitud de relaciones, más carnales que amorosas, que no le han dejado ningún poso… Pero algo cambia cuando  conoce a Consuela Castillo (Penélope Cruz), una alumna de origen cubano que le cautiva y llega a obsesionarle.

Elegy, basada en "El Animal Moribundo", una novela corta del Premio Pulizter, Philip Roth, plantea un asunto digno de ser debatido en un coloquio entre adultos: ¿Se puede llegar al amor cuando sólo se busca sexo? En su concreción en imágenes este drama con tintes eróticos cuenta con elementos destacables a pesar de un metraje que se alarga innecesariamente (debido tanto a la descripción de la existencia hedonista en la que vive inmerso el protagonista como al excesivo peso que se concede en su desarrollo a los encuentros sexuales que mantiene). El interés de la historia  radica en  que asistimos a  la transformación que experimenta este hombre vacío que sólo se convierte en un ser humano válido cuando descubre, sin pretenderlo, que es capaz de amar de verdad. Porque constata, como le dice su amigo poeta, algo tan obvio como esto: en algunas mujeres hermosas hay algo más atrayente e importante que la mera belleza exterior…

Para: Adultos que estén dispuestos a contemplar un drama interesante a pesar del excesivo peso que se concede al sexo