El electrónico Alerta Digital recoge unas declaraciones del líder de la comunidad judía malagueña, Elías Benhamú, en las que se identifica con los principios cristianos- de la formación de López Diéguez: vida, familia, bien común, etc. El apoyo hebreo marca las diferencias entre AES y el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen y demuestra que Alternativa no es un partido de ultraderecha. Además, su aval se une al apoyo del Partido Conservador británico de David Cameron para el 7 de junio

Lo cuenta Internet, el inmenso espacio de libertad creado para la sociedad de la información. Para ser exactos, lo cuenta el electrónico Alerta Digital: la importante comunidad judía malagueña, que lidera el empresario Elías Benhamú, pide el voto para Alternativa Española (AES) en las próximas elecciones europeas del 7 de junio. Se une así a la Asociación Melillense, donde no faltan musulmanes, y argumenta su posición: Para Benhamú, los judíos comparten con AES los valores no negociables de Benedicto XVI, como el respeto a la vida, a la familia natural, mientras alude a la civilización judeo-cristiana, un concepto que hace chirriar los dientes a la progresía española.

Benhamú dice mucho en un sólo párrafo: Por ejemplo, me preocupa que mis hijos vivan en una sociedad donde el derecho a la vida, a la higiene moral, a la seguridad ciudadana, están siendo continuamente puestos a prueba por unos gobernantes que conculcan de forma sistemática los principios humanísticos más elementales. Me interesa que mis representantes políticos legislen para que problemas como el paro, las drogas, la promiscuidad, la falta de principios o la violencia urbana, entre otros, desaparezcan de nuestro horizonte. En ese sentido, AES y yo hablamos el mismo idioma, sin que al caso las creencias religiosas de la mayoría de sus miembros sirvan para otra cosa que para crear las bases de una sociedad más justa, más moral y más solidaria.

A nadie se le oculta que las declaraciones de Benhamú, se producen 24 horas después de que el líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, el representante más conspicuo de la derecha pagana europea minusvalorara la matanza nazi de judíos que conocemos como el holocausto. De esta forma, queda al descubierto una de las maniobras más habituales de partidos como el PP y lo mismo sus diarios afines- empeñados en asimilar al Frente Nacional con Alternativa Española y, a renglón seguido, calificar a esta última como partido de ultraderecha, con los apellidos habituales que lleva aparejados esta denominación: fascista, racista, etc. Los judíos no se caracterizan por apoyar a partidos racistas.

Lo que marca la diferencia entre Jean-María Le Pen y el líder de AES, Rafael López Diéguez, al que alude Benhamú,  político silenciados en los medios españoles, es, precisamente, los caracteres pagano del uno y cristiano del otro. AES es, antes que un partido político de derechas, un partido cristiano, confesional, por más señas, cuya razón de ser lleva a los valores no negociables de Benedicto XVI: vida, familia, libertad educativa, bien común y libertad religiosa, cinco principios que nada tienen que ver ni con la ultraderecha ni con el racismo, sino todo lo contrario. Su confesionalidad, por otra parte, no tiene nada que ver con la apertura a personas de cualquier religión.

Los judíos malagueños se unen así a la misma corriente que, enraizada en los precitados valores innegociables, ha llevado a los conservadores británicos que tampoco son católicos- de David Cameron a romper con el Partido Popular, en tanto que miembro del democristiano cada día más o menos demócrata, pero menos cristiano- Partido Popular Europeo (PPE) y plantearse el apoyo a AES en los comicios del 7 de junio.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com