El Zapatismo convierte a España en un país de cobardes

Practicar la bestialidad quema a cualquier hombre o mujer públicos. Quemó a Elena Salgado que, como ministra de Sanidad perpetró las dos leyes más nazis del Zapatismo: Investigación biomédica y reforma de la FIV.

Pero Bernat ya no vende, así que ha quedado relegado en el Gobierno y es un ministro candidato a caer: investigación se lo llevó la nueva ministra Garmendia, una ‘trepa' , mejor científica que Bernat porque trabajó con células madre adultas pero dispuesta aceptar todo de boquilla con tal de ser ministra. Bernat también ha quedado fuera del proyecto de eutanasia, porque ahí se necesita un ‘pitbull' como Bermejo. Es decir, no se precisa un blandito como Bernat sino un matón como el titular de Justicia.

Desaparecido Bernat llega Bibiana Aído para lanzar la nueva ley de aborto, que une la ley de supuestos a la de plazos. Aído es un personaje, o personaje, que ha logrado batir la ignorancia e insensatez de su jefe de filas, ZP. Así que se dispone a dar brillo a la imagen de España como paraíso del aborto.  

¿Qué es el aborto? Antes que otra cosa, una cobardía inmensa. La sonrisa eléctrica de doña Bibiana presidiendo un comité de expertos, todos ellos dispuestos a abortar a su madre, a pesar de que su madre no tomó la misma decisión, ya indica de qué va el asunto. Es tristísimo decir esto de tu propio país, pero España se ha convertido en un país de cobardes que avala la cobardía del aborto, el asesinato del ser más inocente y más indefenso. No aporta nada la nueva ley porque, ahora, 23 años después de la ley de  aborto, ya hemos caído en la cuenta de que no es una ley de 12 semanas, sino que en España, bajo el embuste del riesgo para la salud psíquica de la madre, se puede asesinar a niños de 9 meses. La nueva ley se hace, simplemente, por la misma razón que los fascistas de Mussolini lanzaban sus Razzias: para destruir y demostrar quién manda.

Y ojo, porque la ley irá acompañada de un apéndice sobre objeción de conciencia medida. ¿Que por qué los médicos no quieren abortar? Pues porque para negarse a ejecutar al reo no hace falta tener conciencia, basta con tener estómago. Una cosa es pronunciar imbecilidades sobre el derecho al aborto y otra tener que despedazar a un niño concreto en un vientre concreto.

Si no hay derecho a la vida todos los demás derechos sobran. Y si no hay objeción de conciencia no hay democracia. Porque insisto: la objeción de conciencia no es un derecho, sino todos los derechos, cualquier derecho, situados en su punto de prueba. ¿Significa esto que el zapatismo camina hacia el final de la democracia? Sí, significa justamente eso.

En cualquier caso, el zapatismo -como antes el aznarismo, que en materia de vida era tan nefasto como el PSOE- está convirtiendo España en un país de cobardes. Es muy triste

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com