Y no sólo en Andalucía cuecen habas. El odio socialista a los colegios cristianos también llega a Cataluña. El nuevo "conseller en cap", Joseph Bargalló, antes consejero de Economía y personaje llegado a la política desde la enseñanza pública, se ha preocupado de que la Generalitat haya suprimido el concierto a tres colegios del Opus Dei, Montclar, Aura y La Vall, así como al Sant Ignasi, regido por los jesuitas. Y no hay otra interpretación que la de la persecución a la escuela católica, dado que el nuevo Gobierno catalán ha renovado las subvenciones al 94% de los centros privados que la solicitaron. De hecho, si descontamos algunos colegios de élite (que cobraban a los padres hasta 600 euros al mes, a pesar de recibir ayudas públicas), todos los centros educativos a los que se ha negado el concierto son centros de inequívoco ideario cristiano.