Primera incógnita: El Tribunal Supremo toma una decisión, pero no emite un auto. Sabemos que paralizan la aprobación de la OPA de GN sobre Endesa, pero no sabemos por qué la paralizan.

En segundo lugar, sí sabemos, o al menos eso se ha filtrado, que el Tribunal exige un nuevo aval, asimismo de 1.000 millones de euros. Ya estamos en los 2.000 millones de euros. Entonces, ¿de qué le vale a Endesa ganar en los tribunales si cada victoria, nunca definitiva, le exige unos desembolsos que, a la postre, pueden sacar de quicio a sus accionistas?

En tercer lugar, la normativa gubernamental, la regulación misma, ha quedado en entredicho. A ver quién es el guapo que lanza ahora una OPA en un sector regulado.

Por último, ¿la decisión del Supremo afecta también a la oferta de E.ON?