Y al final, ¿es buena la operación Gas Natural-Fenosa? Sí, lo es, aunque había otras mejores. Es buena porque –decíamos ayer- que la actual Europa económica se está construyendo con empresas públicas ineficientes que se comen a empresas privadas eficientes, con una Europa de 27 países donde mandan dos –Francia y Alemania- con dos medallas de bronce –Reino Unido e Italia- que van colonizando a las demás. Y eso, queridos niños, es poco democrático.
Así que como Bruselas es muy liberalizadora pero poco privatizadora, los jetas de los franceses se dediquen a fagocitar todo lo que hay a su alrededor. Y el liberalísimo Berlusconi no privatiza Enel ni ENI y mantiene el ‘convoluto' financiero bancario italiano, mientras Gordon Brown defiende su espléndido aislamiento financiero.
Por tanto, lo que han hecho La Caixa y Repsol está muy bien hecho. Otra cosa es por qué han podido hacerlo. Han podido hacerlo porque el señor Florentino Pérez estaba agobiado por la deuda bancaria. Pero muy agobiado, así que se ha visto obligado a vender allí done tenía una prima de control, que viene de controlar. Es decir, en Fenosa.
Ahora bien, el sueño de una noche de verano, el sueño del ciudadano Pérez, no es vender Fenosa y fortalecer su base de capital en ACS. No señor, se empeña en que Iberdrola tiene que ser suya. Posee algo menos de un 8% y renueva los vencimientos de derivados con los que podría controlar el 12%.
Estamos en pleno sueño, así que podemos seguir: con los cerca de 8.000 millones de euros que va a obtener de Fenosa (de los que tendrá que pagar 3.500 al Santander este año), Pérez asegura a quien quiere oírle que va a comprar hasta un 20% de Iberdrola. Por de pronto, con esta especie corriendo por Madrid conseguirá calentar el valor de Iberdrola, con lo que las cláusulas de garantía bancaria (9,2 euros por acción) no se activarán. Pero no es eso, Romerales, no es eso. Se trata de pedir entrada en el Consejo de Iberdrola –no se la concederán mientras no haya vacantes y ya se encargará Galán de que no las haya-, echará a Galán de la Presidencia y fusionará, ¡Ajajá!, a Iberdrola con Gas Natural-Fenosa, para constituir la gran energética española.
No está mal, no señor, y lógico, considerando como se mueve Europa. Ahora bien, supuesto, y no admitido, que Florentino pueda realizar dicho sueño, deberíamos pensar que la maldición de España es su cainismo, la lucha fratricida constante de la que siempre se aprovecha un extranjero. El ejemplo de Endesa, PSOE contra PP, Madrid contra Barcelona, Pizarro contra Gas Natural, debería habernos hecho aprender algo, aunque sea poquita cosa.
Eulogio López