Aunque el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, considera que exista cierta fatiga por las recientes ampliaciones, se muestra partidario de abrir la puerta o establecer algún tipo de alianza estratégica con los países que quedan por integrar: Bulgaria y Rumanía. Tras el cierre de este proceso, es partidario de hacer un parón para digerir y consolidar un proceso que parece haber producido cierta saturación. Al menos esta es la interpretación que Navarro da al no francés en el referéndum sobre el tratado constitucional. Así lo expresó en el seminario Los límites de Europa celebrado en la Universidad CEU San Pablo.

En cuanto a la incorporación de Turquía a la Unión, Navarro reitera la doctrina oficial: La UE es un espacio de valores, no un lugar geográfico. Además considera que en caso de que la UE le cierre las puertas, Turquía podría girar la mirada hacia Irán, Irak o China. Una advertencia que hace también extensiva a países como Croacia o Moldavia. ¿Croacia mirando a China?