Otras cuestiones planteadas por el banquero más importante del país fueron las siguientes. En primer lugar, Botín se niega a fusionarse. Dice que no tendría sentido fusiones trasnacionales en Europa. Al mismo tiempo, manifiesta que no hay edad para la jubilación ni del presidente del Banco Santander ni de sus consejeros. Además, eludió la respuesta sobre si el comienzo del juicio sobre cesiones de crédito en el que está encausado (se supone que empezará en un par de meses) supondrá su dimisión del banco. La verdad es que en otras ocasiones ya ha dicho que no, que sólo dimitirá si es condenado. En cualquier caso, se niega a hablar de su sucesión.
Cuestión Cepsa: no hay negociaciones con Total sobre Cepsa. Según Botín, la petrolera está funcionando a velocidad de crucero, su Consejo de Administración funciona "muy bien" y Cepsa ha aportado 640 millones de euros de beneficio neto durante 2003. Eso, aun considerando el coste de la OPA, significa que el banco obtiene por la petrolera una rentabilidad superior al 3%. Y una última cuestión, sorprendiendo a todos los presentes, Botín aseguró que no ha previsto ningún plan de prejubilaciones en el Santander. Algo muy importante para un grupo, cuya plantilla supera los 100.000 empleados.