Sr. Director:

Ante el profundo razonamiento del alcalde de Leitza, no cabe réplica intelectual. Así que el motivo de no izar la bandera española no es baladí, es precisamente por ese argumento tan contundente que sintetiza toda una corriente filosófica española muy vitalista (no confundir con el racio-vitalismo orteguiano).

Bien es cierto que en su formulación más académica el principio aducido se suele formular como: "no me da la gana"; o bien: "no me da la real gana". Lo cierto que es un principio filosófico genuinamente español. No es que represente lo más auténtico de la españolidad, pero si refleja una corriente de esa españolidad que surge de la "España profunda".

Y siguiendo esta veta intelectual tan española no hay problema que se fuerce hasta casi romper el principio de no contradicción. O sea, tan celtibéricamente negarse a levantar la enseña nacional. Que tiemble Hegel porque en esta corriente tan hispánicamente profunda uno se puede pasar por la citada epidermis testicular una cosa y su contrario, eso es sintesis superadora y no eso del idealismo alemán que además de tosco es aburrido.

Carlos Mauricio Castelló Escrig

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