En su desvelo por la Santa Madre Iglesia, don Julio ha logrado encontrar el agujero negro que podría llevar al cierre de templos, colegios religiosos, hospitales católicos y obra social: se trata de 13TV, el nuevo canal de televisión católico que -pura coincidencia- le puede ocasionar pérdidas de audiencia a Intereconomía TV... y que está participado por la cadena COPE.
Tan noble cuita ha llevado al diario de Ariza, La Gaceta, a recordar que 13TV marcha fatal. Y no es que se alegren, no, lo que ocurre es que temen el dato inenarrable que un canal participado en un 10% por la cadena de los obispos pueda provocar en el orbe católico.
De hecho, Gaceta nos explica que nadie ve 13TV porque sólo ha alcanzado una media de audiencia del 0,2%. El único detalle que olvida el periódico que con espíritu pío y clemente dirige Carlos Dávila, es que 13TV lleva dos meses de emisión. Un poner: Intereconomía TV obtuvo durante todo su primer año, 2008, una audiencia media anual del 0,1% y sólo el segundo ejercicio, 2009, consiguió el 0,5%. Tardó tres años en superar el 1%, hasta cerrar 2010 con el 1,1%.
Y hablamos de media anual, unos dientes de sierra que ríanse ustedes de la Bolsa. Por ejemplo, en la noche del domingo 13 de febrero, en horario prime time, Intereconomía, con Bertín Osborne, obtuvo un 0,8% frente al 0,6% de Cine con mayúsculas, que emitió la neonata 13TV.
Naturalmente, este ataque de Intereconomía no tiene nada que ver, lo que se dice nada, con el hecho de que Ariza presione a la Conferencia Episcopal para que le ceda la COPE. No para comprarla, claro está, que eso cuesta dinero, sino para gestionarla, con un capital del 1,8%, que tampoco compró don Julio, sino que ya estaba en las tripas de La Gaceta cuando Ariza adquirió por 1 euro (un euro, no una peseta, no sean malpensados).
Por supuesto, la maternal solicitud de Intereconomía por la COPE y por 13TV no es una mera ambición comercial sino una preocupación -honesta y hasta honrada- por el ideario cristiano del que Intereconomía es un referente comúnmente reconocido. Es verdad que el ideario de Intereconomía-La Gaceta tiende a cristianismo tibio y, mayormente, a derecha pagana pero, en cualquier caso, nadie puede dudar de su rectitud de intención.
Y todo esto es bello e instructivo porque, animado por sus últimos avances teológicos, don Julio incluso está dispuesto a establecer un modo de ranking de obispos, que no en vano su Grupo nació del universo bursátil. Un ranking de fidelidad al Magisterio e incluso al Partido Popular, si ello fuera menester. De esta forma, el Vaticano dispondría de una guía segura para catalogar la moralidad de los obispos españoles e incluso las de todo el colegio cardenalicio, en su totalidad manifiesta. No necesito decirles que Ariza sufre cuando, desde Gaceta, se ve obligado a bajarle la calificación a algún prelado despistado, empezando por el propio presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela. Por cierto, el secretario de Estado Vaticano, Tarsicio Bertone, aprueba por los pelos el ranking ariziano.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
