La presunta trama de corrupción del PP, centrada en algunos ayuntamientos de la capital, no es el verdadero objetivo del PSOE.
La estrategia de ZP y Rubalcaba no sería posible, ciertamente, sin el cainismo suicida del PP, en especial sin el enfrentamiento sangriento entre Esperanza Aguirre y Ruiz-Gallardón, verdadera termita de la derecha española.
Pero el objetivo es otro: valiéndose de la inestimable ayuda de un juez furiosamente independiente como Baltasar Grazón, el objetivo final es Aznar, intentando relacionarle con la presunta corrupción de un municipio del PP. Sabe el PSOE que Aznar planea la vuelta a la Presidencia del PP para suceder a un quemado Mariano Rajoy y nombrar un sucesor -Gallardón- en lo que ha dado en llamarse operación Hernández-Mancha.
Y sí: ZP teme a Aznar.
Eulogio López
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