El PSOE ha protagonizado un sorprendente giro en relación al pueblo saharaui. La bandera del Frente Polisario ha sido siempre una bandera asumida por la izquierda española. Hasta el 14-M que el PSOE comienza a girar 180 grados su posición respecto al conflicto saharaui. La postura de Desatinos ha incomodado de manera importante a las autoridades argelinas. Y no es cosa de molestar al país más próspero de la cuenca sur mediterránea con quien tenemos pendiente un importante oleoducto del que dependemos energéticamente.

Así que Desatinos está de vuelta, aunque sólo parcialmente. Los intereses franceses insisten en la anexión del rico Sahara por Marruecos. Y España está atrapada entre los intereses franceses y argelinos. Es lo que se llama tener una política exterior propia. Y en ese nadar y guardar la ropa, el PSOE se mostró el martes 14 contrario a aprobar la moción de apoyo al pueblo saharaui, presentada por el senador popular Ignacio Cosidó, portavoz en materia de Defensa. Los socialistas se quedaron tan solos que hasta su franquicia catalana agrupada en la Entessa del Progres aprobó la moción popular.

En ella se insta al Gobierno a incrementar la ayuda humanitaria y su supervisión. Cosidó realizó una defensa del Plan de Paz aprobado por unanimidad en dos resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, frente al acuerdo regional promovido por el Ejecutivo y rechazado por Argelia. Resulta destacable el apoyo de Coalición Canaria a la moción de Cosidó, habida cuenta del interés de los empresarios hoteleros canarios de expandir sus actividades en el Sahara. CC no sólo no se negó a aprobar la moción, sino que introdujo una enmienda en la que se criticaba la intención del Gobierno de sustraer la solución para el Sahara del ámbito de Naciones Unidas.

Todo esto se produce tras el curioso acercamiento del Ejecutivo Zetapé al democrático reino de Marruecos: patrullas conjuntas en el Estrecho de escaso ético, por cierto-, tropas conjuntas a Haití, condonación de 90 millones de euros de deuda. Lo últim La concesión del Premio Príncipe de Asturias al Deporte al corredor de fondo marroquí Hucuam el Guerrouj. ¿Casualidad?