Sr. Director:
Estamos inmersos en una crisis alimentaría, faltan alimentos y la materia prima para su elaboración y preparación procede de la agricultura y la ganadería.
Basta con un dato para conocer el problema: en la Unión Europea (UE) sólo el 7% de los agricultores tiene menos de 35 años. Y no sólo eso: el 25% de ellos tiene 65 años o más.
Desde hace tiempo, la UE anda buscado la manera de combatir el envejecimiento de los trabajadores rurales, un problema que afecta más a los europeos que a potencias similares como EE.UU. o Australia.
El problema del sector en la UE es que los jóvenes no sienten atracción por unas profesiones que tienen el estigma de lo "pasado de moda", con jornadas de trabajo durísimas y cada vez menos ingresos por los altos costes de producción.
Entre otras medidas, para "captar" a jóvenes, algunos proponen tierras más asequibles para los jóvenes, jubilaciones anticipadas para los agricultores que traspasen sus negocios a los menores de 35 años y mayores facilidades para que los jóvenes hereden, aunque no pertenezcan al núcleo familiar.
Esto puede ser posible, pero lo más inmediato está en que las explotaciones agrícolas y ganaderas sean rentables, cosa que hoy por hoy no lo son. Dos cosas son imprescindibles para que los jóvenes continúen en el campo: que la sociedad valore la actividad y rentabilidad, que se ganen la vida igual o mejor que en otro negocio y/o trabajo.
Domingo Martínez Madrid
domingo121@gmail.com