Sr. Director:
Desde una Caja no puedo estar más de acuerdo con su artículo. Las Cajas, pese a estar muchas veces mal gestionadas (como cualquier otra empresa) han demostrado ser de enorme utilidad a la sociedad. No hay empresa que tenga a sus espaldas 300 años de historia como tienen algunas Cajas.

 

No sólo aportan su dividendo social a la sociedad sino que también han actuado a favor de la industrialización de sus áreas de influencia de forma decisiva. Parte de los criterios de gestión de las cajas son políticos y eso es bueno (siempre que el político no sea un ladrón, evidentemente). Esto repercute positivamente en la sociedad. ¿Por qué quieren usarlas de chivo expiatorio en esta crisis?

Tres problemas consustanciales tienen las Cajas:

1/ Los bancos comerciales quieren repartirse su cuota de mercado.

2/ Tienen tamaño pequeño y les cuesta financiarse en los mercados de capitales.

3/ Tienen dificultades para levantar Recursos Propios ya que no pueden emitir acciones.

¿Cómo resolverlo?: a/ Fusiones entre ellas para aumentar tamaño, b/ Cuotas participativas y c/ Dejarlas en paz.

No hay que convertirlas en bancos porque no se resuelve nada y se pierde mucho.

La morosidad que existe actualmente en el sector financiero es idéntica entre bancos y cajas porque todos se han movido en el mismo entorno durante estos años. La consigna era hacerse grande a cualquier precio porque sino el riesgo era quedarse rezagado y ser despedido por mal gestor. Todos hemos jugado al mismo juego. Imprudente, de acuerdo.  Pero si lo hemos hecho todos es porque pensábamos que era lo mejor. Si eso tiene que pasar factura a los directivos que se lo pase pero no entiendo porque se tiene que culpar a la figura de las cajas.

Por último quiero romper una lanza por la profesionalidad de la gente de las Cajas. Soy cajero y me considero tan profesional o más  que cualquier bancario. Además, me puedo permitir el lujo de  acumular muchos años de experiencia en una caja cosa que repercute positivamente en mi profesionalidad, además la siento como algo mío y además soy más barato que si trabajara en un banco (como yo la mayoría de los empleados de las cajas). ¿Puede un empresario pedir más a un empleado?

Javier Artieda