Sr. Director:
Copio en el título de esta carta al Dr. Jerome Lejeune, experto en genética, mundialmente conocido por descubrir la causa del Síndrome de Down, quien llamó a la píldora como el primer pesticida antihumano, por tener como única indicación médica suprimir una vida ya comenzada, como único propósito : matar.
Me asombra ver con qué facilidad se entregan estos bombazos a niñas mayores de 13 años. Con qué destreza les hacen creer que se quitan el problema de en medio, como si la vida que, probablemente, lleven en sus entrañas fuera un insecto, un problema o hasta incluso una enfermedad.
Para esto se diseñó la RU-486, para desdramatizar el aborto, para taparlo, para que nos olvidemos de él. No le llamemos medicamento, pues no se utiliza para curar enfermedades sino para eliminar inocentes vidas humanas en las primeras semanas de su existencia.
Son numerosas los estudios que describen las terribles consecuencias que tiene la toma de estas píldoras en las mujeres: muertes por shock séptico, fallos hasta en un 15% de abortos, graves malformaciones fetales hasta en un 23% de los casos, pérdidas de sangre de treinta y más días en el 9% de las mujeres, shock traumático psicológico tras el proceso de expulsión del cadáver de su hijo, etc... de hecho son ya 7 las mujeres fallecidas en EEUU a causa de la píldora abortiva RU-486. Pero aun sabiéndolo, no se retira su venta.
Los que tenemos la firme convicción de que la vida se debe respetar desde su inicio, nos oponemos frontalmente a la RU y solicitamos medidas dirigidas a defender la dignidad de la vida humana.
María González del Yerro
mariagyv@hotmail.com