La Sanidad es una de las partidas más costosas para el gasto público, por lo que el copago se empezaba a instalar casi como la única posibilidad para hacer frente al problema. Se planteó, incluso, como una forma de reducir los abusos.
Sin embargo, hacer pagar al contribuyente en época de crisis es impopular, especialmente cuando las elecciones podrían estar a la vuelta de la esquina. Por eso, como les contábamos el pasado viernes, el candidato del PSOE se manifestó en contra del copago obligando a ZP a no mover ficha para evitar verse perjudicado. De paso, Alfredo Pérez Rubalcaba obligó al PP a tomar postura.
Y la respuesta llegó este lunes, cuando la responsable de Sanidad del PP aseguró tener un plan basado en la "optimización y eficiencia" en la gestión de los recursos humanos y materiales, que permitiría reducir un 25% el coste sanitario sin recurrir al copago. Pastor defendió la necesidad de reforma el modelo actual de gestión sanitaria para adaptarlo a los "enfermedades crónicas" que caracterizan a los pacientes "del siglo XXI".
El PP, esta vez a través de Ana Pastor, insiste en marcar un precio de referencia a los medicamentos una vez vencido su periodo de patente. En caso de haberse podido aplicar la ley, habría permitido ahorrar al Estado 1.500 millones de euros anuales.
Andrés Velázquez
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