Con sus declaraciones, Rajoy se ha jugado que Sarkozy no haga campaña a favor del PP. Y en el PSOE cunde el pánico: todos culpan a David Taguas... porque no pueden culpar a Zapatero. El núcleo duro de Iberdrola (30% del capital) cierra filas en torno a Galán. Los franceses insisten en que pueden lanzar una opa sobre Iberdrola el mismo lunes 3, pero media España cierra filas contra ellos y contra su socio, Florentino Pérez. Sarkozy aún cuenta con su marioneta más eficaz: Bruselas, y con los alemanes de E.ON, dispuestos a animar el cotarro.
El portavoz de Economía del Partido Popular, el ex ministro Miguel Arias Cañete, volvió a meter la pata: El que cuando la batalla de Endesa pronunciara la desgraciada frase de "antes un alemán que un catalán", tropezó en la misma piedra y decidió guardar un muy liberal silencio ante la posibilidad de que la empresa estatal y monopolística francesa EDF para a la compañía privada española Iberdrola. Todo ello en la ansiosa expectativa de que Nicolás Sarkozy, muy valorado por el electorado español, acuda a España durante la próxima campaña electoral para apoyar la candidatura de Mariano Rajoy.
A ello se unía el silencio doloso de Manuel Pizarro. El liberal que se negaba a trabajar para La Caixa, organismo semipúblico, ahora calla cuando una pieza de la Administración pública francesa quiere comerse a la joya de la corona española.
Sin embargo, Mariano rajoy ha cambiado de opinión. El líder del PP ha dado un giro de 180 grados: Rajoy se opone ahora a la opa de EDF y habla de que tal cosa sería una nacionalización (http://hispanidad.com/noticia_ep.aspx?ID=20080202175955). Si el concepto no estuviera pasado de moda podría haber añadido: una nacionalización colonialista.
El giro de Rajoy ha hecho que en el PSOE cunda el pánico. Si es difícil de entender que algunos peperos apoyen a EDF contra Iberdrola, menos se entiende qué gana con ello el PSOE, salvo una vaga promesa de un mayor reconocimiento de ZP en Europa, donde es un auténtico paria entre las grandes potencias de la UE.
En cualquier caso, el pánico ha cundido en el PSOE. En primer lugar, porque la metedura de pata inicial ha sido del propio ZP que, en el transcurso de la Cumbre hispano-francesa aceptó -o al menos no negó- la entrada de EDF, que ya controla, a través de diversos instrumentos financieros, un 7% de Iberdrola. Pero, insistimos, todo ello en medio de un repliegue del PSOE, que ha comunicado al Gobierno francés que la operación debe retrasarse hasta pasadas las elecciones, Lo mismo dice el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, pieza clave en el tablero de ajedrez por el papel a jugar por Gas Natural.
Sin embargo, los franceses no admiten la marcha atrás de Moncloa e insisten en que la operación continúa. Además, como recuerda el portavoz del Elíseo, David Martinon, hay otros interesados en Iberdrola. Como adelantara Hispanidad, el primero de ello se llama E.ON y, la igual que le ocurrió a Pizarro, no han necesitado tomar la iniciativa: Florentino Pérez fue a buscarles.
Por eso, los franceses aseguran que el mismísimo lunes 3 pueden lanzar una opa sobre Iberdrola, siempre con la promesa de que ACS no se propondrá. Ahora bien, por el momento tiene a un PP enfrente, a un PSOE corrido por sus necedades exteriores y a una núcleo duro de Iberdrola de uñas. Recordemos que ese núcleo de accionistas de referencia representa el 30% del capital, y que antes de saber cuánto ofrece EDF ya se ha rebelado contra el asaltante francés. BBK y Bancaja, los dos primeros, ya han advertido que no les gusta la boda, al igual que la caja de Ahorros de Murcia. El próximo miércoles se reúne la Comisión Ejecutiva, y es muy probable que hable oficialmente.
No sólo eso, hablamos de un negocio regulado Pues bien, a las comunidades autónomas socialistas de Extremadura y Castilla-La Mancha ya han dicho que no les gusta. Las comunidades autónomas populares de Castilla-León y Valencia, todas ellas con Iberdrola como suministrador principal, dicen exactamente lo mismo.
Eso sí, a Sarkozy aún le queda la baza de su principal marioneta, la Comisión Europea de Bruselas. Y también hay que contar con la precitada EON dispuesta a entrar en el cotarro y aumentar el valor de Iberdrola, como ocurriera con Endesa.
En cualquier caso, se realice o no la operación ha quedado en evidencia, otra vez, el escaso amor al bien común que mantienen los dirigentes españoles, en este caso el Gobierno Zapatero. Esta vez, en su insensatez, ha batido todas las marcas.