Atizar continuamente al PP podía ser parte de la estrategia de Baltasar Garzón para que la oposición le diera el visto bueno como presidente de la Audiencia Nacional. El pacto entre Gobierno y oposición suponía una patada hacia arriba a un juez que ha hecho la vida imposible a socialistas y populares. Se trataba de retirarle de la vida judicial activa.
Sin embargo, la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judical (CGPJ) ha anunciado la terna de candidatos entre los que no se encuentra Garzón. Los aspirantes son el magistrado del Tribunal Supremo Ángel Juanes, el actual presidente en funciones de la Audiencia Nacional, Carlos Lesmes, y la magistrada de lo Contencioso de este órgano Elisa Veiga.
La ofensiva garzoniana se pasó de rosca, así que el PP ha considerado excesivo premiar a un juez ingobernable que no pone límite a su ambición ni a su obsesión por cazar gaviotas. Cambio de estrategia: ahora toca centrarse en los honorarios del magistrado por sus conferencias y demás trapos sucios.