El PNV ve normal la división entre Gobierno vasco y partido: "Es inevitable"

En Onda Cero, el diputado del PNV, Josu Erkoreka, se refería a la cuestión del día, el posible desmarque del presidente del PNV del plan de Ibarretxe: "que existan connotaciones diferentes en los discursos que lanza el presidente del partido y el presidente de un Gobierno de coalición que se debe a la coalición y que tiene que actuar y pronunciarse condicionado por la pluralidad de los tres partidos es normal, ha sido siempre así en la historia del partido. En la época de Arzallus era así, en épocas anteriores y en tiempos muy recientes". "La toma de posición respecto a la investidura corresponde a los órganos del partido. Yo, si sigo siendo portavoz, seguiré las pautas que me marque el partido. Y el lehendakari es el responsable del Gobierno tripartito y diseñará la estrategia que corresponde llevar al Gobierno. Esto no quiere decir que haya una discrepancia absoluta. Hay una sintonía común, unos planteamientos compartidos. El presidente del Gobierno vasco es un militante del partido que preside el Gobierno lo más cercanamente posible a los planteamientos que salen de la formación política pero las diferencias son inevitables y es así".

"Nosotros iremos a Madrid pretendiendo que el Gobierno socialista que vaya a constituir el presidente Zapatero promueva un acuerdo con el Gobierno vasco para desbloquear la situación y establecer unas bases de una normalización política en Euskadi y eso es lo que pretende también el lehendakari Ibarretxe. Otra cosa es si ese acuerdo es imposible, y si no se lleva a cabo, qué actuaciones contempla la hoja de ruta de Ibarretxe. Pero esa consulta popular tendría por objeto inicial ratificar un acuerdo previamente alcanzado entre ambas instituciones", ha explicado Erkoreka.

En cuanto a Bono, como presidente del Congreso, Erkoreka lo prefiere ahí y no en un ministerio: "si hay acuerdo global respecto al reparto de las mesas y las comisiones en el Congreso y Senado, no pondremos vetos especiales a Bono. Prefiero a Bono en el Congreso de los Diputados con una misión protocolaria importante, pero con un poder limitado, que no como ministro de Administraciones Públicas y responsable máximo de transferencias y de la articulación territorial del Estado".

En Onda Cero se comentaba que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha rechazado que la consulta anunciada para el 25 de octubre en el País Vasco impida al PSOE alcanzar un pacto de Gobierno con los nacionalistas vascos porque dicho referéndum es una propuesta del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y no del PNV y ha asegurado que el PNV y el lehendakari son "dos planos diferentes". Para Arcadi Espada, el PNV "está dividido y adopta la forma de enfrentamiento entre Gobierno y partido. El hecho de que una parte del PNV quiera volver a la razón me parece un dato muy positivo". "El PNV está abocado a una discusión interna extraordinaria sobre el papel que quiere jugar en la vida". "Me da la impresión de que el PNV es un cuerpo inestable y los movimientos, incluso los destinados a ofrecerse a Zapatero, forman parte de la necesidad de un sector u otro de ganar el pulso".

En la COPE, también se comentaba el desmarque de Urkullu de Ibarretxe. Francisco Marhuenda destacaba que el "debate de investidura con el apoyo del PNV parece casi gratis total, algo que me está sorprendiendo. El PNV, como son unos oportunistas, desde su fundación, con ese personaje nefasto que fue Sabino Arana, hasta el día de hoy se han ido adaptando, no es un partido que tenga unas convicciones firmes, más allá de sus propios intereses como colectivo, y después del resultado electoral hablar del PNV en nombre del País Vasco con el 28% de los votos resulta grotesco, es una cruel ironía. "La política española les importa muy poco, ellos quieren blindar el concierto y sacar dinero, sacar inversiones, y mantenerse firmes e impedir que exista una alternativa constitucionalista".

Para José María Marco, en la misma emisora, opinaba que la posibilidad del referéndum, que siempre está ahí y va a estar ahí, se les ha debido alejar un poco porque se han derrumbado electoralmente. "Saben que si convocan un referéndum es muy probable que no lo ganen, además del lío institucional que se monta, no lo gana. Por otra parte, el PSOE tiene una posición cómoda en las Cortes. Necesita 7 diputados y tiene varias posibilidades. Han dicho que quieren un pacto estable. Eso limita las posibilidades a dos, y aun así tienen muchas posibilidades. Entonces, el margen del referéndum se achica". "El pacto del PNV y el PSOE, donde nos va a costar es en la cuestión nacional: es un estatuto, con el blindaje del concierto vasco y la política lingüística, que se la van a regalar al País Vasco y la continuación de la construcción de la identidad nacional vasca. A medio plazo vamos a ver reforzadas las posiciones nacionalistas más extremas".