El oro negro continúa su carrera alcista de manera imparable. El cártel productor de la OPEP señala su incapacidad para controlar los precios a pesar de lanzar más producción sobre el mercado. En la mañana del lunes 23 se situaba por debajo de los 48 dólares, "insuficiente" para los analistas financieros que consideran que el elevado precio del crudo podría afectar al consumo y al crecimiento económico de los países occidentales.
De momento, ya está afectando a los agricultores que acusan el incremento del 22% en sus costes y la incapacidad de transmitir esos mayores insumos al precio de sus producciones. También el presidente de la Asociación Nacional de Transporte por Carretera, Ovidio de la Roza, ha solicitado medidas fiscales que palien el efecto negativo del alza del crudo.
Un incremento que ya ha afectado al precio de los billetes aéreos y que está detrás de la crisis de los gruistas, que colea desde hace semanas en el País Vasco y que podría extenderse a todo el país en los próximos días. El secretario general del PP, Mariano Rajoy, ha solicitado al Ejecutivo recortes en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades a los sectores afectados.
El Gobierno responde con el silencio. No habrá recortes en la imposición directa. Tampoco en la directa. Aducen que Bruselas no permitiría abaratar la imposición de las gasolinas. Pero saben que los impuestos especiales -entre ellos el de hidrocarburos- están fuera del programa de armonización fiscal comunitario, y que, por tanto, podrían minimizar el impacto por la vía del "tentador" impuesto de hidrocarburos, que permite recaudar más cuanto más elevado es el precio. Todo sea por el equilibrio presupuestario. Ese que romperá Solbes con el anunciado déficit del 1,5%.