Para concentrar los esfuerzos en los grupos con representación parlamentaria
El Partido Demócrata Español (PADE) fue una escisión del PP nacida para defender con mayor firmeza la unidad de España y los principios del humanismo cristiano. Su fundador fue Juan Ramón Calero, diputado por Murcia y abogado del Estado. Tras el fracaso electoral, el partido languideció un tiempo, aguantando gracias a pequeños logros electorales en las municipales. Pero su muerte estaba anunciada. Máxime cuando un miembro del PADE acudió a las últimas autonómicas en las listas del PP.
En las últimas elecciones habían optado por no presentarse para no dañar al PP y en varios municipios gobiernan conjuntamente. Vamos, que ya eran más una facción del PP que otra cosa. Los populares han exigido la disolución y se la han dado. Después de un profundo y sereno debate en el seno de nuestro grupo sobre la actual situación política, el futuro y sobre nuestras propias circunstancias estratégicas y organizativas, hemos concluido que nuestras siglas han de contribuir, activamente, a concentrar esfuerzos con aquellos partidos con representación parlamentaria que defienden aquellos valores e ideas sobre las que siempre se ha asentado nuestro proyecto, señala su comunicado. O sea, al PP.
Tras 12 años en la brecha extraparlamentaria, el PADE se muestra satisfecho de que otros hayan recogido su testigo en la defensa de los valores de la libertad, la mejora de la calidad democrática y la búsqueda de acuerdos en asuntos de Estado. Estemos donde estemos las personas que formamos el PADE, siempre nos acompañara esa forma de pensar, concibiendo la política con vocación de servicio, concluye con cierto tono nostálgico el comunicado.