• Francisco explica así la penetración del mensaje de la Iglesia en países muy distantes de la órbita occidental.
  • El Pontífice vuelve a pedir oraciones por las minorías religiosas que huyen de la persecución de los yihadistas en el norte de Irak.
  • "El joven busca algo por lo que valga la pena vivir y el mártir, en cambio, da testimonio de algo por lo que vale la pena dar la vida".

El Papa Francisco ha celebrado la primera audiencia general de los miércoles tras emprender su histórico viaje a Corea del Sur, del que volvió hace apenas dos días. Francisco ha aprovechado la cita para hacer un balance de su visita a la península asiática, y ha asegurado que la pervivencia de la Iglesia de Corea tras el paso de los siglos es una muestra de que "Cristo no anula las culturas", sino que "las lleva adelante, a su cumplimiento".

Durante la ceremonia, el Papa ha explicado los dos actos principales de su viaje a Corea del Sur: la beatificación de 124 mártires coreanos y su encuentro con los jóvenes durante la VI Jornada Asiática de la Juventud. En este sentido, ha alegado que "el joven busca algo por lo que valga la pena vivir y el mártir, en cambio, da testimonio de algo por lo que vale la pena dar la vida".

El Pontífice ha resumido su viaje en tres palabras, "memoria, esperanza y testimonio", y llama la atención sobre la necesidad de orar por la reconciliación de las dos coreas; en especial, por quienes sufren a día de hoy las consecuencias de la guerra que las dividió.

Además, el Papa ha pedido que la Iglesia se una en oración por "los cristianos perseguidos alrededor de todo el mundo y, particularmente, en Irak". Asimismo, el papa Francisco ha querido hacer extensiva su oración al resto de minorías religiosas que sufren la despiadada persecución de los islamistas radicales del Estado Islámico.

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com