La prensa gratuita está arrasando. La erosión a la prensa de pago es lenta, pero inexorable. No ofrecen grandes exclusivas, pero están más cercanos a las necesidades reales del ciudadano de la calle. Se encuentran alejados de la atrofia hiperpolítica en la que viven los parlamentos de papel. Y eso termina por convencer.

En casa Polanco lo saben. Saben que su supervivencia debe descansar en el fin de semana, cuando los gratuitos no existen y cuando el lector está dispuesto a dedicar más tiempo a la reflexión. Compaginan esta estrategia con la avalancha de papel y regalos que fortifique esta decisión. Pero es que, además, no quieren competir en el quiosco, no vaya a ser que algún despistado merme su fidelidad. Así que han decidido lanzar una oferta de suscripción de fin de semana a 11 euros. El mismo precio que en el quiosco, sólo que en casa.

No es el único cambio comercial de casa Polanco. En Prisa han inventado la oferta multiproducto. Por un pack cerrado, ofertan publicidad en la SER, Localia, Canal y la edición madrileña de El País. Son las sinergias publicitarias que, probablemente, funcionarán mejor que las sinergias de producción. Porque el mismo redactor difícilmente puede atender la crónica de radio, preparar su intervención en televisión y, además, escribir para el diario. Sinergias es sumar, no multiplicar.