Los problemas en Libertad Digital confirman que las televisiones pequeñas en España tienen poco que hacer. Esto no es Estados Unidos, sobre todo porque aquí somos 47 millones y allí 308 millones. La pluralidad es lo deseable pero no parece económicamente sostenible.
Es difícil que los recortes de plantilla basten para sostener un proyecto en el que la ideología juega un papel clave. Si precarizan más al personal o directamente reducen plantilla, Libertad Digital está abocada a convertirse en una teletienda o en una cadena sin producción propia. Cuando eso ocurra ¿cuál será su interés?
Veo 7 y Canal 10 ya se han visto en la misma situación y la reducción de producción propia solo ha conseguido ahondar sus caídas de audiencia.
Entre las pequeñas solo resisten Intereconomía y 13 TV, la televisión de la Conferencia Episcopal.
Mariano Tomás
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