¿Alguna vez en su vida no  han sentido que nadie les entendía, que eran una especie de "marciano"? Si la respuesta es afirmativa deben acudir, esta semana, al cine para contemplar esta conmovedora película sobre la paternidad y sobre aventura que conlleva la educación de cualquier niño.

El magnífico actor John Cusack encarna a David Gordon,  un escritor de ciencia ficción que ha enviudado recientemente, y que  decide adoptar, con todas las reticencias de sus seres más próximos, a un niño "rarito" que afirma proceder de otro planeta: de Marte. David piensa que él, por su imaginación desbordante, es la persona indicada para hacerse cargo Dennis,  ese niño desubicado y falto de amor. Lo que David no capta -en un principio- es que ambos se necesitan: se están ayudando el uno al otro.

En El niño de Marte están bien desarrolladas varias ideas: la complejidad que entraña la educación de cualquier niño, la sensación (en algunos momentos de nuestra vida) de que no encajamos en ningún sitio y, finalmente y por encima de todo: la necesidad de sentirse amado que tiene cualquier ser humano. Si a esto añaden unas gotitas de humor e imaginación se encuentran ante esta bonita historia plagada de buenos sentimientos y emociones.

Basada en el galardonado cuento "Hugo y Nebula",  escrita por el conocido escritor de ciencia ficción David Gerrold (quien escribió el conocido episodio de "Star Trek", "Los Tribbles y sus tribulaciones"), El niño de Marte resulta una película deliciosa que toca la fibra sensible del espectador.

Para: Los que les gusten los melodramas bien contados y quieran admirar la increíble actuación del pequeño Bobby Coleman