En mi opinión, los jueces no administran justicia, sino transparencia. Como uno no tiene mucha confianza en la justicia humana, sólo cree en ella como método para sacar a la luz lo que de otra forma no saldría porque los poderosos se encargan de ocultarlo.
Verbigracia: estos días se llena la red –y algún periódico tradicional, incluso- de noticias sobre el caso Luis Pineda Salido, el presidente y creador de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (AUSBANC). Esperemos que la transparencia, y no la sentencia, que imponen los procesos judiciales, donde el poderoso no se puede esconder tras su director de comunicación (dircom), sirva para poner en evidencia el modelo Ausbanc, que podríamos resumir así: "Te vendo un elogio". Y a muy alto precio. Galardones, premios, seminarios-ditirambo… cualquier cosa es buena para pasarle una factura a empresarios, banqueros y políticos… a cambio de un piropo. Lo entenderán mejor si leen la siguiente información de Bolsacinco y de paso podrán decidir quién es más culpable: el facturador o el pagano.
La segunda nota distintiva del modelo Ausbanc es, asimismo, significativa: la industria del halago debe hacerse en nombre de una buena causa. Porque Ausbanc, aunque no lo crean, es una asociación de defensa del consumidor de productos financieros, o de cualquier otra cosa. La defensa del consumidor supone una de las causas más nobles de la economía moderna, sí señor, pero no olviden nunca el adagio latino: la corrupción de lo mejor…
Por cierto, Ausbanc no es el único representante del Modelo Ausbanc. Lo que ocurre es que Pineda Salido se ha pasado dos pueblos, pero existen otros ejemplos más dignos y que aún manejan más dinero. Al tiempo.
Eulogio López