Se trata de la transposición de una normativa comunitaria al respecto
Parece una broma, pero es cierto. El ministerio de Agricultura ha publicado recientemente la nueva normativa técnica para la fabricación de la cuajada. Se trata en realidad de una transposición de una normativa comunitaria que trata de homogeneizar la fabricación del belicoso postre. Era necesario actualizar la normativa, dice el preámbulo, a las nuevas técnicas de fabricación.
He aquí un símbolo plástico de en qué se ha convertido la UE. De la unión de países enfrentados para superar la belicosidad y construir una nueva realidad para el mundo basada en el humanismo cristiano, hemos evolucionado peligrosamente a un reglamentarismo sin sentido. Resulta que hay euroburócratas encargados de homogeneizar la fabricación de la cuajada y que la fabricación de la cuajada ha sido una de las competencias que ha sido comunitarizada. ¡Tremendo!
La imagen es suficientemente plástica de la revolución que necesita Europa. El resumen podría ser: pasar página del reglamentarismo y recuperar los orígenes de la creación de la Europa unida. De lo contrario, no tendremos ninguna posibilidad ni ventaja competitiva frente a Estados Unidos. Al contrario, tendremos una pesada losa de euroburócratas que cobrarán –no poco- por reglamentar cada detalle de nuestra vida. Incluida la cuajada.