Algunos lectores de Hispanidad ya han realizado sus aportaciones a la cuestación pro juez Ferrín que iniciamos el lunes 25, en Hispanidad. Por cierto, la cuenta corriente para que Ferrín pueda hacer frente a sus obligaciones es la siguiente:

BARCLAYS BANK: 0065-0036-71-0001089147. Es de justicia ayudarle y yo les animo a ello. Nos faltan 40.000 euros para que Ferrín no sea, además de arruinado, desahuciado, por atreverse a enfrentarse al lobby gay y por mor de la cobardía del Partido Popular. Entre ambas fuerzas han conseguido inhabilitar y arruinar a un juez honrado.

Pero algunos lectores quieren saber más. Es una persecución que se arrastra desde hace casi una década y que se ha convertido en el arquetipo de una lucha, no ya por la familia natural, sino por la libertad de un juez y por la educación de una generación.

Intentaré resumir el caso y el porqué de su relevancia:

Un matrimonio tiene una hija. Se separan y la madre, como siempre encargada de la custodia, se casa con otra mujer. Ambas lesbianas exigen que la no madre -cónyuge A o cónyuge B, no estoy seguro- sea considerada padre -o madre, que tampoco lo tengo claro- de la criatura, según la nueva normativa.

Entonces, el juez Ferrín solicita a peritos que dictaminen sobre la idoneidad de que dos lesbianas eduquen a una menor. ¿Podía permitirse tamaño desafuero Fue acusado de retraso malicioso y ya metidos en el fusilamiento civil, de prevaricación.

Contra Ferrín se unió el lobby gay, la prensa progre de izquierdas -El País hizo una de las campañas más miserables que yo recuerde en los medios españoles- y la prensa progre de derechas -El Mundo-. También, el aparato judicial más próximo al PP, con el presidente de cierta Audiencia Provincial quien le amenazó de la siguiente guisa: "Un católico no puede ser juez de familia". Fue este personaje, aspirante al Tribunal Supremo, quien volvió contra Ferrín a todo el colectivo jurídico próximo al Partido Popular. Se trataba de dar un escarmiento. Finalmente, ya con Rajoy en el poder, se suma a la campaña, el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, aprendiz de progre. Precisamente él, es decir, el ministro que más indultos polémicos ha concedido, se lo ha denegado a quien más lo merecía, al juez Fernando Ferrín.

Todo esto lo ha contado el propio Ferrín en una obra editada por Libros Libres. Personalmente, llevo siguiendo el caso desde su inicio y lo que más me ha llamado la atención ha sido el intento, pelín mafioso, de los conjurados políticamente correctos por dar un salida 'honrosa' al extorsionado. Se le ofreció a Ferrín marcharse de Murcia, ser trasladado y olvidarse del caso. Hubiera sido lo mejor para su esposa y sus siete hijos, pero Ferrín estaba convencido de su honradez y de que no debería dejar ni sus principios ni la ley al margen para salvar su carrera profesional.

Así que no aceptó el soborno moral que se le ofrecía y siguió luchando por lo que creía justo. Perdió, claro, porque es muy difícil luchar contra el PSOE y el PP al mismo tiempo y, sobre todo, contra lo políticamente correcto, que hoy es el homosexualismo, pero nos dio un ejemplo a todos, aunque lo pagó muy caro en su profesión –inhabilitado para ejercer de juez-, en su prestigio –es un apestado- y en su patrimonio –está arruinado-. Ferrín es un mártir de la coherencia, el martirio más habitual en el siglo XXI.

Y por eso animo a rascarse el bolsillo para ayudarle. No podemos devolverle lo que le han quitado pero, al menos, que el poder sepa que la gente coherente no abandona a los mártires de la coherencia. Por ejemplo, para que se entere el ministro Gallardón.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com