Sr. Director:

Los datos definitivos del IPC (índice de precios al consumo) del pasado febrero confirman otro mal dato económico, una décima más en una tasa que casi dobla la registrada hace un año: 4,4 por ciento frente al 2,4 de entonces.

También se ha doblado el diferencial respecto a febrero de 2007, con la correspondiente pérdida de competitividad y de potencial de crecimiento. España tiene un problema serio de precios desde hace años, un desajuste ante el que las autoridades -presas de un fatalismo condescendiente- parecen haberse resignado.

Al nuevo Gobierno que forme Rodríguez Zapatero, aunque herede vicios de largo recorrido, hay que exigirle que se ponga a la tarea de atajar el principal problema de nuestra economía. Y a los agentes sociales, que eviten una carrera inflacionista suicida para todos.

José Morales Martín

maloribas@gmail.com