Sr. Director:
He seguido la trayectoria del Sr. Araujo, uno de los impulsores de la iniciativa para la dotación de derechos a los simios. Soy naturalista, pasión que inicié con el malogrado Félix R. de la Fuente y acabé dedicándome al mundo animal profesionalmente.
El Sr. Araujo y los impulsores políticos comenten un error de perspectiva, sino oportunismo político porque olvidan al pequeño Hunna.
El Hunna vive en la Península ibérica, es una especie poco conocida, porque es difícil de ver, vive discretamente en simbiosis con otros seres vivos: los hospedadores, de los que se alimenta y recibe protección. En dicha dependencia radica su debilidad y la posibilidad de su extinción. No se conoce que el Hunna sea agresivo, no transmite ninguna enfermedad a los humanos, no grita, no se queja y es de tamaño manejable. Lo que le hace ideal para la experimentación laboratorial; una de las causas de su recolección masiva.
La ley protege a los grandes simios, porque España ha ratificado el convenio de Washington que protege a estos animales con el grado máximo : Anexo CITES I. Lo que pasa es que la ley nadie la hace cumplir y la documentación CITES es más falsa que un duro sevillano. Como le pasa al pequeño Hunna, sólo que más, porque aparte de que no se cumple el artículo 15 de nuestra constitución que le protege, se legisla en su contra permitiendo la experimentación con él.
De esta manera se intoxica su hábitat, se talan los refugios que les dan abrigo y se intoxica a los hospedadores con productos de laboratorio (Shering ha sido denunciado por esta práctica: levonorgestel). Como a las ballenas se le da caza legal y como a los bebés foca se les mata a palos y cortes.
Sr. Araujo, no dice nada del Hunna, vaya naturalista esta hecho Ud. que se olvida de esta especie. Además recientemente se ha descubierto que su ADN es igual al nuestro, no en un 95% como los simios, sino en ¡¡¡un 100%!!!: el Hunna es el HUmano No NAcido.
No será creíble su sensibilidad hacia nuestros primos los simios, hasta que no mencione la protección de los derechos del hombre o simplemente deje de meterse con los Obispos que si protegen al Hunna. Solo entonces le admiraremos Sr. Araujo.
En memoria de 1.000.000 de Hunnas abortados y 200.000 congelados a punto de morir.
Galo Navarro Ballester
ARAMUNTIS@terra.es