Sr. Director:
Ante la incapacidad del Gobierno para cumplir sus promesas electorales, la crisis económica y los problemas que la sociedad demanda, como si se tratara de un asunto esencial, se reunió hace pocos días en Madrid la Fundación Socialista Pablo Iglesias en un seminario bajo el título "Laicidad y democracia", y decide que las creencias de los católicos, así como su influencia social pese a la secularización, son un problema.

Para los intervinientes, es inconcebible que la Iglesia Católica no muestre su aprobación hacia Educación para la Ciudadanía, bodas entre homosexuales junto a la adopción de niños por parte de éstas personas, así como mostrarse contrarios al aborto y la eutanasia, por lo que hay que cargar la artillería político-mediática, fondos públicos y leyes hacia quiénes discrepen de la hoja de ruta laicista. Los integrantes del foro quieren aceptación incondicional hacia las propuestas gubernamentales. Llegaron a calificar de "antidemocrática" a la Iglesia por no estar de acuerdo con sus "dogmas laicos". Que tiemble la Conferencia Episcopal, pasamos de la aconfesionalidad contemplada en la Carta Magna al intervencionismo estatal para imponer la confesionalidad laicista.

El Evangelio de Cristo, siempre, signo de contradicción. La bimilenaria fe católica de España, motivo de mofas, parodias, irreverencias y obras blasfemas pagadas con dinero público de todos, incluidos los mismos católicos.

El fundamentalismo laicista pretende acallar la voz de la Iglesia Católica por no ajustarse a su causa, sólo creen en la libertad de expresión de quiénes piensan igual que ellos.

Alberto Heredia Fuensanta

herediafuensanta@yahoo.es