La pensión media de jubilación se sitúa en 953,70 euros, lo que representa un incremento interanual del 3,5%
-El gran dilema es si, con estas cifras, como ha advertido Linde, será posible cumplir las previsiones del déficit.La nómina de las pensiones contributivas de noviembre, es decir, de personas que han cotizado durante su vida laboral, ha alcanzado los 7.499 millones de euros. Una cantidad importante derivada en parte por incremento interanual del 3,5% en la pensión media de jubilación, que se sitúa en 953,70 euros.
Por otra parte, la pensión media del sistema, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares), se situó en 834,99 euros al mes, lo que supone un aumento interanual del 3,1%.
Fátima Báñez, ministra de Trabajo y Seguridad social, ha aprovechado el dato para defender la política que está llevando a cabo el Gobierno: "Los datos mensuales de la nómina de pensiones confirman el compromiso del Gobierno con el gasto social, ha manifestado", una afirmación que podría ser cuestionable, ya que no las ha inventado el PP. Su concesión está generalmente supeditada a una previa relación jurídica con la Seguridad Social (acreditar un período mínimo de cotización en determinados casos...), siempre que se cumplan los demás requisitos exigidos, y su cuantía se determina en función de las aportaciones efectuadas por el trabajador.
Bien es cierto, y en esto hay que darle la razón a Fátima Báñez, que el Gobierno está haciendo un enorme esfuerzo para que al año que viene los pensionistas cobren un 1% más, es decir, para que no se congelen las pensiones, como sugería la troika, y la subida sea acorde con la previsión del Gobierno del aumento de la inflación para 2012. En los presupuestos para 2013 la partida destinada a pensiones aumenta un 4,9 % con respecto al año anterior, hasta alcanzar los 12.557 millones de euros, cifra que incluye el incremento del 1% de todas las pensiones. Además, por primera vez se consolida en las cuentas del Estado la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, con lo que las cotizaciones se liberan definitivamente de cargas impropias o ajenas.
Hasta aquí todo magnífico. Lo malo es que hasta el propio Luis María Linde ha alertado de los peligros de subir las pensiones. Tras su comparecencia en el Senado, el gobernador del Banco de España manifestó que "Debe preverse que las posibles desviaciones de algunas rúbricas puedan ser compensadas con ajustes en otras" y quiso extender ese ese principio a la posible actualización de la subida de las pensiones a la inflación, una compensación que podría llegar a costar al Gobierno cerca de 6.000 millones entre este ejercicio y el próximo. "Si hay medidas que incrementan el gasto, habrá que tomar otras compensatorias que reduzcan otros gastos". De no hacerlo así, podrían no cumplirse los objetivos del déficil.
Cualquier décima de variación del IPC de noviembre puede resultar nefasta para las arcas públicas, pues a partir de la variación se calcula la cantidad compensatoría que habrá que a los pensionistas, con anterioridad al pago ordinario de la pensión mensual de enero. Rajoy se ha comprometido y ha dicho que cumplirá.
Tomás Burgos ha despejado por completo las dudas sembradas por Jiménez Latorre, el número dos de Economía, cuando eludió contestar si las pensiones se subirán con arreglo al IPC de toda la vida, o al IPC a impuestos constantes que se ha sacado de la manga el gobierno para maquillar los datos de la inflación tras la subida del IVA.
Latorre ha sido rotundo: se subirán de acuerdo con el criterio vigente de revalorización. El secretario de Estado de Seguridad Social ya ha dicho que "hay una ley en vigor y hasta este momento no ha sido modificada. No me consta que vaya a cambiar esa norma", y ha añadido: "haremos el esfuerzo que haga falta para satisfacer las demandas y expectativas de nuestros pensionistas" porque "creemos que sí hay dotaciones presupuestarias suficientes".
Sara Olivo
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