El secretario general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, pidió el jueves 10 la dimisión del vicepresidente económico, Pedro Solbes, al que calificó de "padre castrador". Según Llamazares, Solbes censura los proyectos de izquierdas de sus compañeros de Gabinete. Por su parte, Solbes ata en corto a los díscolos ministros de la heterodoxia económica. El que fuera abanderado de la estabilidad presupuestaria en la Comisión Europa quiere controlar las "tentaciones sociales" a través del presupuesto.

 

La puntilla ha sido la desvinculación del programa electoral que contemplaba la homologación fiscal de las plusvalías a las rentas del trabajo. Zapatero trata de matizar que se revisará en la segunda parte de la legislatura en una estrategia de ganar tiempo. Pero Solbes no piensa renunciar. Y tampoco piensa en dimitir. Al menos no porque lo pida IU y las centrales sindicales. "Por supuesto que no lo hemos contemplado", señalaba contundente la vicepresidenta Fernández de la Vega en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.