Sr. Director:

Ahora me explico por qué don Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, recientemente insinuó que la Iglesia católica se tenía que buscar otra fuente de financiación, ya que recibe directamente del Estado unos 48 millones de euros para sufragar la gran cantidad de gastos que tiene. Estamos hablando de actividades de formación personal y social, de institutos que trabajan activamente a favor de los más desfavorecidos de la sociedad, de inmigrantes, de la conservación y promoción del patrimonio artístico que, a la vez, favorece el turismo cultural.

Paralelamente, el Gobierno pretende sufragar el cambio de sexo de los transexuales, según el acuerdo llegado entre el Ministerio de Sanidad y dichos colectivos. Cada operación nos costará a los contribuyentes entre 15.000 y 30.000 euros, lo que fácilmente se llegará a 50 millones de euros.

Este es el talante de nuestro Gobierno. A los españoles no nos van a engañar, señor Caldera y cía.

Ángela del Toro

adeltoro@ono.com