Gerardo Pombo fue elegido en 2004 gracias a 143 votos por correo escritos por la misma persona

Ya va siendo hora que las administraciones se responsabilicen de la limpieza y transparencia de los procesos electorales en las instituciones deportivas. Que el ejemplo del Real Madrid, aunque sea con años de retraso, sirva para algo.

Lo cierto es que nuestra Ley de Deporte, que tan bien ha servido para los distintos gobiernos, es un auténtico desastre, al parecer copia de la utilizada por un ferviente demócrata italiano, también bajito, un tal Benito Mussolini.

El resultado es que lo más mediocre de los distintos deportes, con alguna escasa excepción, se ha enrocado en las instituciones y, gracias al absurdo sistema que fuerza la ley, no hay quien los saque ni con agua caliente.

Supongamos que será responsabilidad de la Administración el velar que se cumplan las normas aunque estas sean absurdas, con lo que nos podríamos ahorrar largos y absurdos laberintos judiciales, porque las trampas sueles ser de lo más burdo, susceptibles de ser detectadas por cualquier mentalidad. Total los ciudadanos pagamos a ambas administraciones.

El caso de la muy Real Federación Española de Vela es paradigmático. En las elecciones del 2004 se detectaron 143 sobres de voto por correo, remitidos juntos, la práctica totalidad del tercio correspondiente a técnicos, favorables a Gerardo Pombo. Un informe pericial caligráfico demostró que todos habían sido escritos por la misma persona, a la sazón empleado de la casa. Cuatro años más tarde se sigue esperando que dicte sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Lo cierto es que fue elegido Gerardo Pombo para su segundo mandato.

La Federación Madrileña de Vela, que preside el Vicepresidente de la Española, José María Martín Puertas, está también pendiente de sentencia, en el mismo Tribunal Superior por burda falsificación del censo electoral, entre otras lindezas.

Todas estas evidencias fueron presentadas previamente a las administraciones estatal y autonómica que silbaron y miraron a otra parte.

El hecho es que Gerardo Pombo y su eficiente Junta Directiva son los causantes de desastres como el ocurrido con la astracanada de la Copa América.

Esperemos que los sagaces examinadores del Comité Olímpico Internacional no se hayan dado cuenta de todo esto, a pesar de que han tenido que estar en contacto con algunos de estos avispados ocupas.