El director de Mercados Monetarios del FMI, Jaime Caruana, señala que es necesaria una mayor y mejor regulación. Un discurso reiterado en tantas ocasiones que a los socialistas presentes en las jornadas les supo a gloria. El proceso de desregulación del Tratado de Lisboa, ha quedado anticuado, viene a sugerir. Hace falta una regulación que contenga la acumulación excesiva de riesgos y que establezca incentivos para una mejor gestión. No es un problema de falta de inteligencia, apunta Caruana, sino de incentivos mal ubicados.
¿Y cómo será la nueva multilateralidad?, pregunta el diputado socialista Fernando Moraleda. La pregunta tenía grandes expectativas y la respuesta fue un tanto pobre. Caruana tan sólo señaló que además del G20, el FMI -en el que se encuentran 185 miembros- está en un serio proceso de reforma interna para modificar los pesos y las ponderaciones de los estados miembros.
Por otra parte, también ha señalado lo siguiente:
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Colectivamente minusvaloramos los riesgos.
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Muchos de los productos sofisticados estaban fuera de los balances; probablemente equivocadamente.
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Las estructuras de supervisión estaban debilitadas.
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La crisis se liquidez pasó a ser de solvencia y después de confianza.
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El balance de la Fed se ha duplicado en apenas unas semanas.