Todo el sector cajas está en entredicho por la crisis y por Caja Madrid. El BOE anuncia nueva renovación el mismo día en que se aprueba la ley. El PP, o el partido de los líos. Caja Madrid es el gran prestamista de PRISA, donde se juega 600 millones de euros.
El estentóreo -y casi 'ostentóreo'- silencio del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy está provocando el caos en Caja Madrid, la cuarta entidad financiera de España. Nunca se han visto un caso como éste. Según la ley, en las cajas de ahorros mandando los gobiernos regionales, pero el presidente, Miguel Blesa, aferrado al sillón, se enfrenta a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre porque se siente apoyado por el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y, según él, por Mariano Rajoy.
No obstante, la actitud tancredista de don Mariano está molestando hasta el mismísimo Banco de España. Bastaría con que el presidente del PP advirtiera quién tiene razón, para que se decantara la cuestión. Hay que tener en cuenta que nunca se ha vito un caso como éste, y que de Caja Madrid dependen demasiadas empresas. Dependen Iberia, pero también la décima parte de la colosal deuda del grupo PRISA, que roza los 6.000 millones de euros. En efecto, el riesgo de la Caja con el grupo Polanco alcanza los 600 millones de euros.
Además, Blesa aprovecha para jugar sucio. Así, desde la Caja se ha filtrado que se convocó un consejo informal para acelerar la renovación de órganos rectores antes de que se apruebe en la Asamblea madrileña la nueva ley. Lo cierto es que los consejos o son o no son: no existen consejos informales, es decir, consejos con los acólitos.
Al mismo tiempo, Esperanza Aguirre amenaza con inhabilitar a Blesa como presidente, en cuyo caso, de nada valdría la aplicación de una u otra ley: Blesa podría ser elegido y luego cesado. Todo un escándalo para una entidad financiera.
En el entretanto, don Tancredo, es decir, don Mariano, calla.