Montoro pide que el modelo de financiación autonómica se negocie primero entre el PSOE y el PP y posteriormente con las CCAA. Dice que es el mismo sistema que el PP utilizó en el 2001. El Gobierno lo niega. Aseguran que el PSOE no fue consultado y que las negociaciones con las CCAA se realizaron por la puerta de atrás, sin la transparencia debida. Se cerró a capón, señala gráficamente la secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñeiro.
Así que el Gobierno lo tiene muy claro: negociar con las CCAA del PP con la chequera en la mano, para dejarle a Rajoy con la brocha en la mano. No habrá foto de diálogo, ni negociación previa con el PP. La excusa es que el procedimiento es de que el Gobierno de España acuerde primero con los gobiernos autonómicos, la propuesta pase el filtro del Consejo de Política Fiscal y Financiera y posteriormente de ahí se derive una reforma de la LOFCA que deba de ser aprobada en el Parlamento. ¿Y si el PP se opone o se abstiene como en la FEMP? Demostrará que son un partido sin implantación nacional porque sus CCAA están encantadas, señalan desde Moncloa. Y más claramente De la Vega: El PP tendrá que decidir si quiere quedarse fuera o dentro, si prefiere sumar o restar. Se lo traduzco: a la oposición, ni agua.
Tampoco en el debate sobre el fondo de competitividad que según los populares, incentiva la subida de impuestos y penaliza su bajada. ¿Tiene sentido que dinero público de todos los españoles destinado a financiar los servicios públicos sea utilizado para rebajar impuestos?, responden desde Moncloa. En todo caso, el Gobierno afirma estar dispuesto a modular la posición popular. Pero eso sí, sin foto ni apariencia de acuerdo. Quieren que el PP pase exactamente por la misma humillación Montoro les hizo pasar a ellos en 2001 cuando las CCAA socialistas se sumaron a la propuesta de financiación en contra de la opinión de su partido.