Los datos que nos ofrecen las estadísticas nos muestran que el divorcio ha supuesto en estos 30 años una oleada de fracasos, y que la aprobación del llamado divorcio exprés, ha sido al agravante.
Con la entrada en vigor del divorcio exprés, la media anual se ha duplicado pasando del 24,33% en 2004 al 44,67% en 2005 y al 68,02% en 2006, tasa que ha ido aumentando exponencialmente año tras año. Con la ley se permitió que los matrimonios fueran divorciables a partir del tercer mes de la boda a petición unilateral de cualquiera de los cónyuges sin necesidad de alegar causa alguna.
Ante esta situación en la que la familia ha quedado relegada desde el Foro de la Familia se ha querido presentar una alternativa, lo que han querido denominar Matrimonio-Alianza, un matrimonio protegido en su estabilidad y permanencia para quienes lo quieran en libertad. Como ha afirmado Benigno Blanco, "todo divorcio es un fracaso con especial incidencia negativa en la situación de la mujer y de los hijos -si los hay-; y como tal fracaso no es razonable que sea incentivado por la ley, que más bien debería establecer mecanismos que apuesten por la superación de los conflictos y la permanencia del matrimonio, como sucede en todos los países de nuestro entorno. La sociedad española no puede conformarse pasivamente a un incremento continuo de los divorcios, sino que debe reaccionar apostando por la estabilidad de la institución que fundamenta la familia". Para ello, esta opción sería un matrimonio-alianza regulado por la Ley como opción alternativa a la actual regulación. Un matrimonio inspirado en la idea de protección para que permanezca en el tiempo con estabilidad y promueva afrontar los conflictos matrimoniales en clave de superación, sin apostar por la fácil ruptura.
Andrés Velázquez
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