Un desastre lo del Deutsche Bank. De 6.500 millones de beneficios en 2007 a pérdidas ha pasado a 3.900 millones de números rojos en 2008. De hecho, a través de Deutsche Post, el Gobierno de Ángela Merkel ya posee el 8% del capital del orgullo bancario alemán. En Alemania la palabra nacionalización ya no resulta tan estridente. Además, el líder del DB, Josef Ackermann, hospitalizado tras sufrir un colapso circulatorio y la canciller germana nunca han ocultado sus pésimas relaciones.
Pero ojo, no conviene confundir el Deutsche con su potente filial española, que lidera Antonio Rodríguez-Pina, sen números negros y, sin duda, la filial más rentable del gigante alemán. Pina ha sido felicitado por su gestión, a pesar de que no ha conseguido librarse de Michel Kisfaludi, un francés impuesto por la central como directo comercial de Red. Ahora mismo, es el único español en el Vorstand o Comité de Dirección de DB.
Eso sí, 2008 ha sido el año en que los hermanos Garay -José y Juan Carlos- han abandonado toda relación con el Deutsche, tanto en calidad de intermediarios o de asesores externos. Ha costado, pero Pina ha logrado romper ese cordón umbilical con el pasado.