Guangcheng lucha desde hace tiempo contra las prácticas abusivas de esterilización de miles de mujeres y de abortos forzados en su país
-Él, su esposa y su familia han recibido brutales palizas por parte del régimen totalitario comunista chino.
-"Quiere luchar por los derechos de los ciudadanos hasta el final dentro de China", afirma otro disidente.
En China ocurren pocas cosas que perjudiquen al régimen comunista. O, si ocurren, no nos enteramos. Porque la censura y la opacidad de la dictadura totalitaria es absoluta. Por eso, cuando algo trasciende y más -como en este caso- si afecta a un defensor de los derechos humanos, hay que difundirlo y defenderle.
Es lo que hacemos este lunes en Hispanidad con el caso del abogado y disidente chino ciego, Chen Guangcheng -a quien se le puede ver explicando su fuga en este vídeo-, que escapó hace unos días del arresto domiciliario al que estaba sometido desde septiembre de 2010 -tras cumplir una condena de cuatro años-, y que se ha sabido que se encuentra refugiado en la embajada de Estados Unidos en Pekín.
Chen Guangcheng, apodado "el abogado descalzo", lucha desde hace tiempo contra las prácticas abusivas de esterilización de miles de mujeres y de abortos avanzados y forzados en su país, como parte de la política del hijo único, y eso a pesar de ser medidas ilegales. Una salvajada más -y las que no sabemos- que habrá llevado a cabo un régimen comunista para el que el respeto a la dignidad humana le trae -le ha traído siempre- sin cuidado.
Por su lucha y denuncia de tales salvajadas, decimos, Chen Guangcheng había sido sometido a arresto domiciliario. Pero ha escapado. Y eso es una gran noticia.
Los familiares y allegados de Chen se muestran cada vez más preocupados ante las posibles represalias del régimen chino. Y su amigo y también activista Hu Jia denunció que él mismo ha sido arrestado por la policía durante 24 horas. Preocupaciones que no son para menos, pues ya saben cómo se las gasta la dictadura china, y a ver quién les asegura que no va a tomar represalias..., contra ellos mismos. De hecho, Guangcheng y su esposa, el año pasado, recibieron una "brutal paliza durante cuatro horas", según la organización no gubernamental ChinaAid.
Es más: Chen acusa en el vídeo con nombre y apellidos a varios de sus maltratadores, incluidos funcionarios del Gobierno local y policías. "Esta situación es realmente demasiado inhumana y daña la imagen del Partido [Comunista Chino]". "Una vez irrumpieron en mi casa más de una docena de hombres, tiraron a mi esposa al suelo, la envolvieron en una manta y la golpearon y patearon durante varias horas. También me asaltaron con violencia a mí". En otro momento, explica cómo atacaron a su anciana madre.
Y el caso de Guangcheng lleva camino de convertirse en martirial, por su país. Según Bob Fu, otro activista defensor de la democracia que se fue de China en 1996 tras ser perseguido por sus creencias religiosas, "le preguntamos si quería irse de China. Pero es muy reacio y dijo que quiere luchar por los derechos de los ciudadanos hasta el final dentro de China. Quiere llevar una vida normal como ciudadano chino".
De momento, tanto la Embajada estadounidense como el Gobierno de Pekín han declinado comentar la situación. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, que la semana que viene viaja a China, ha pedido en el pasado la liberación de Chen. Esperemos que EEUU, que presume de defensor de las libertades en todo el mundo, proteja al disidente chino.
Veremos en qué para este asunto. Pero la causa de Guangcheng merece la pena ser difundida y apoyada.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
-Él, su esposa y su familia han recibido brutales palizas por parte del régimen totalitario comunista chino.
-"Quiere luchar por los derechos de los ciudadanos hasta el final dentro de China", afirma otro disidente.
En China ocurren pocas cosas que perjudiquen al régimen comunista. O, si ocurren, no nos enteramos. Porque la censura y la opacidad de la dictadura totalitaria es absoluta. Por eso, cuando algo trasciende y más -como en este caso- si afecta a un defensor de los derechos humanos, hay que difundirlo y defenderle.
Es lo que hacemos este lunes en Hispanidad con el caso del abogado y disidente chino ciego, Chen Guangcheng -a quien se le puede ver explicando su fuga en este vídeo-, que escapó hace unos días del arresto domiciliario al que estaba sometido desde septiembre de 2010 -tras cumplir una condena de cuatro años-, y que se ha sabido que se encuentra refugiado en la embajada de Estados Unidos en Pekín.
Chen Guangcheng, apodado "el abogado descalzo", lucha desde hace tiempo contra las prácticas abusivas de esterilización de miles de mujeres y de abortos avanzados y forzados en su país, como parte de la política del hijo único, y eso a pesar de ser medidas ilegales. Una salvajada más -y las que no sabemos- que habrá llevado a cabo un régimen comunista para el que el respeto a la dignidad humana le trae -le ha traído siempre- sin cuidado.
Por su lucha y denuncia de tales salvajadas, decimos, Chen Guangcheng había sido sometido a arresto domiciliario. Pero ha escapado. Y eso es una gran noticia.
Los familiares y allegados de Chen se muestran cada vez más preocupados ante las posibles represalias del régimen chino. Y su amigo y también activista Hu Jia denunció que él mismo ha sido arrestado por la policía durante 24 horas. Preocupaciones que no son para menos, pues ya saben cómo se las gasta la dictadura china, y a ver quién les asegura que no va a tomar represalias..., contra ellos mismos. De hecho, Guangcheng y su esposa, el año pasado, recibieron una "brutal paliza durante cuatro horas", según la organización no gubernamental ChinaAid.
Es más: Chen acusa en el vídeo con nombre y apellidos a varios de sus maltratadores, incluidos funcionarios del Gobierno local y policías. "Esta situación es realmente demasiado inhumana y daña la imagen del Partido [Comunista Chino]". "Una vez irrumpieron en mi casa más de una docena de hombres, tiraron a mi esposa al suelo, la envolvieron en una manta y la golpearon y patearon durante varias horas. También me asaltaron con violencia a mí". En otro momento, explica cómo atacaron a su anciana madre.
Y el caso de Guangcheng lleva camino de convertirse en martirial, por su país. Según Bob Fu, otro activista defensor de la democracia que se fue de China en 1996 tras ser perseguido por sus creencias religiosas, "le preguntamos si quería irse de China. Pero es muy reacio y dijo que quiere luchar por los derechos de los ciudadanos hasta el final dentro de China. Quiere llevar una vida normal como ciudadano chino".
De momento, tanto la Embajada estadounidense como el Gobierno de Pekín han declinado comentar la situación. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, que la semana que viene viaja a China, ha pedido en el pasado la liberación de Chen. Esperemos que EEUU, que presume de defensor de las libertades en todo el mundo, proteja al disidente chino.
Veremos en qué para este asunto. Pero la causa de Guangcheng merece la pena ser difundida y apoyada.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com