Sr. Director:
Ahora que acabamos de comenzar el curso académico me parece bueno hagamos alguna reflexión.

El cardenal García-Gasco señalaba hace unos meses que "la lucha contra la ignorancia no se limita a difundir un conocimiento científico de la naturaleza, ni a dotarnos de sistemas políticos que propugnen los derechos humanos", porque las personas "están por encima de todas las cosas y son más valiosas que los tesoros y el dinero".

En realidad, el compromiso por la educación "es también compromiso por crear una cultura humana verdadera", afirma el cardenal, quien asegura que "no hay más que una cultura, la del hombre y para el hombre, la que ensalza al ser humano y le permite vivir de modo acorde a su dignidad".

Y es que "la mejor educación se realiza de persona a persona". La ciencia y la técnica "en sí mismas, nunca son malas; obviamente es el uso de las mismas lo que las vuelve constructivas o destructoras".

De igual modo, manifiesta que "el relativismo y el escepticismo acaban empobreciendo la cultura y desorientando la libertad".

Creo que tenemos incontables razones para mantener e incrementar el compromiso con la educación y pienso que la mejor educación se transmite de persona a persona, y ese movimiento tiene su origen en el amor de Dios.

Valentín Abelenda Carrillo

valabcar21@gmail.com