Por cierto, nunca se ha explicado el cese del vicepresidente del BBVA, Jesús María Caínzos, por FG. Al parecer, a los medios informativos, especializados o no, no les preocupó mucho el cese fulminante del vicepresidente del segundo banco del país. Desde la entidad se difundió el rumor de que dimitía por razones personales, en concreto, se decía, ‘off the record', que estaba enfermo, lo que, a través de las cañerías de los mentideros madrileños, acabó en que sufría un cáncer.
Lo cierto es que Caínzos gozaba de perfecta salud. Simplemente, se tomó en serio su papel de consejero ejerciente. Mantenía muchas reuniones con ejecutivos y con banqueros de otras entidades, así como con estudiosos del sector. Si algo disgusta a FG es que su gente se reúna sin que él figure en el sillón presidencial. Y hubo un "mitin" que le sacó de sus casillas: El que mantuvo Caínzos con otros consejeros. En esa reunión, el entonces vicepresidente habló de la necesidad de aumentar y renovar el Consejo, e incluso se citó el nombre de Rodrigo Rato, entones vicepresidente económico, como un fichaje más que interesante para cuando abandonara la carrera política y siempre que perdiera la carrera sucesoria. La decisión de FG fue fulminante: cese… por razones personales.